"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

El Automaltrato-




Cada día vemos en la sociedad más violencia de todo tipo, pero pocas veces se habla de la violencia ejercida contra uno mismo.


Si en un tiempo fuiste humillado, lastimado, insultado, descalificado y han ejercido violencia contra tu vida, aunque esas personas hoy no estén, es muy probable que sigas maltratándote. Seguramente pienses: si siempre lo hicieron, ¡habrán tenido razón! Y así es como tu estima se debilita y se esconde cada vez más.


El automaltrato es la continuación de la violencia que otros ejercieron contra uno.

Hay personas que se golpean a sí mismas, porque es lo que otros hicieron con ellos. Es por ello que si en alguna oportunidad atravesaste por un tiempo así, nos urge revisar el no seguir ejerciendo esa violencia con uno mismo. No alcanza con salir del maltrato de otros, debemos salir del automaltrato que ejercemos sobre nuestras vidas de muchas maneras. La mayoría de las veces no entendemos por qué no nos pasa nada bueno, sin darnos cuenta de que somos nosotros los primeros que boicoteamos el amor, el éxito, el regalo, el premio. Sin querer nos sentamos en el piso en lugar de hacerlo en una silla cómoda, o simplemente usamos sólo una parte de ella y nos sentamos a la orilla como si no fuésemos merecedores de ocupar toda ella. Queremos recibir algo bueno pero nos sentamos en el lugar equivocado para recibirlo, queremos lo bueno, pero una parte nuestra, espera ser lastimada.


Las personas que se automaltratan tienen en sus mentes frases que otros le han dicho una y otra vez que necesitan refutar y erradicar.


· No me lo merezco…


· Es mi deber <deberías>…


· Yo no puedo…


· Sé bueno <no te enojes>…


· Sé humilde <no expreses tus logros>…


· Hay que matarse (trabajando) como un burro…


Hasta que no muera tu viejo hombre, tu viejo profeta; no podrá nacer el nuevo hombre.


Hasta que no muera tu pasado, aunque haya sido grande no podrás entrar en tu maravilloso presente.


No importa tu pasado, lo que te pasó, no importa tu herencia ni si nadie te conoce, no importa de dónde vienes; no importa si no fuiste reconocido; si eres capaz de dejar tu pasado atrás, habrá alguien que te dará una palabra de validación, de afecto y de respeto. Cuando el pasado quede en el pasado, volverás a nacer con más fuerzas.

Tu pasado nunca determina tu futuro porque mientras tengas vida, nunca es tarde.

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