Padre celestial, hoy abrí mis ojos a tu creación, tengo salud, tengo un techo, tengo ropa que me viste, alimentos en mi mesa y una familia que amo y que me ama; por todo te doy gracias. En este nuevo día me despierto lleno de alegría, para avanzar con fe y con pasión por el camino que me llevará a alcanzar mis más grandes anhelos y objetivos. Cada nuevo día es una demostración de tu amor infinito hacia mí y por eso, aunque algunas veces me invada la incertidumbre y la tristeza, nunca desfalleceré en mi propósito de alcanzar la felicidad y ser una persona prospera y dichosa, pues eres Tú amado Señor, quien dirige mis pasos, mi vida y mi destino. ¡Qué siempre se haga tu maravillosa voluntad en mi vida, pues confió en Ti y en tus grandes planes, amado Dios! En este momento, lleno de fe en Ti y seguro que mi oración será escuchada, pongo en tus santísimas manos mi vida, mi destino, mis labores y las de mi familia y amigos. Porque es tu gracia la que nos sostiene y tu fortaleza la que n