"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

LA AUTOESTIMA, La calificación que nosotros mismos nos atribuimos es lo que llamamos autoestima. Lo que tú creas, es lo que te sucederá.

Cuando caminas y te mueves con seguridad, tu estima aumenta, se fortalece y pasas de ser un individuo pasivo a ser una persona activa. Dejas de autoboicotearte para entrar en la senda de la acción. Del letargo pasarás al movimiento con resultados extraordinarios. De la soledad pasarás a experimentar un aumento veloz de relaciones interpersonales. De caminar con miedo e inseguridad, te encontrarás dando pasos firmes, con convicción y certeza. Del llanto y de la queja continua te encontrarás disfrutando de la vida y en el lugar donde las cosas suceden.

La calificación que nosotros mismos nos atribuimos es lo que llamamos autoestima. Lo que tú creas, es lo que te sucederá.

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