¿Qué pasa cuando somos rechazados?


A través de un estudio realizado por la Universidad de California se llegó a la conclusión de que el rechazo produce en el cerebro la misma reacción que el dolor físico. El rechazo duele. ¿Por qué? Porque el mensaje que hay detrás de él es: “No te quiero”.

No debemos confundir el rechazo con el abandono, cuyo mensajes es: “Te quiero pero no puedo estar con vos”. Dicho de otro modo:
Abandono es: No puedo tenerte conmigo.
Rechazo es: No quiero tenerte conmigo.
El rechazo es más doloroso que el abandono.
¿Qué pasa cuando somos rechazados? ¿Por qué nos quedamos estancados en el rechazo?
La persona rechazada queda detenida en esa etapa emocional en que recibió el rechazo. El tiempo pasa, pero el tiempo emocional se detiene. Hay una herida abierta, y esa herida abierta levanta un muro, una pared para protegerse, para no volver a ser lastimada. De manera consciente o inconsciente quien ha sufrido el rechazo utiliza una forma de relacionarse perjudicial para sí mismo y para su entorno.

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