"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

El ruido de las carretas...




Un día salí de paseo con mi padre… De pronto, él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
-Además del cantar de los pájaros, ¿Oyes algo más?
Agudicé mis oídos y después de unos segundos le respondí:- Sólo escucho el ruido de una carreta.
-Eso es, dijo mi padre. Es una carreta vacía.
Entonces le pregunté con curiosidad: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si no la vemos?

-Es muy fácil, sé que está vacía por el ruido. Cuanto más vacía está la carreta, más ruido hace.
Crecí y me hice un hombre. Cada vez que escucho a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de los demás, presumiendo de lo que tiene o de lo que sabe, prepotente y menospreciando al resto de las personas que lo rodean, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: Cuanto más vacía está la carreta, más ruido hace.
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Piensa que existen personas tan pobres, que lo único que tienen es dinero y soberbia...
Recuerda que: “Si las palabras no son mejores que el silencio...lo mejor es callar..."
Por lo tanto, no hagas ruido  como una "carreta vacía".
“Cuando las palabras no son mejores que el silencio...lo mejor es callar... ¡No hagas tanto ruido!”

Dios te dice:
“Si no tienes nada que decir, escúchame en silencio; yo te enseñaré a ser sabio” Job 33:33

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