Una niñita invitó a su madre a una reunión de padres y maestros que se
celebraba en la escuela primaria a la que asistía. Aunque la niña no deseaba
que fuera, la madre aceptó la invitación. Sería la primera vez que sus
compañeros de clase y su maestra vieran a su madre, y le daba vergüenza su
aspecto. A pesar de que era una hermosa mujer, había una gran cicatriz que
cubría casi todo el lado derecho de su rostro y la niña le impresionaba tanto
que nunca quería hablar acerca de por qué o cómo se la había hecho.
En la conferencia, la gente quedó impresionada con la bondad y la
belleza natural de su madre, a pesar de la cicatriz, pero la niña seguía
avergonzada y se ocultó de todos. Sin embargo, se mantuvo a una distancia que
le permitía escuchar lo que decían su madre y su maestra en una conversación, y
esto fue lo que oyó: –¿Cómo se hizo esa cicatriz en la cara? Le preguntó la
maestra. La madre respondió: –Cuando mi hija nació, se incendió la habitación
en la que dormía. Todos tenían demasiado miedo de entrar, porque el fuego
estaba fuera de control, de manera que me arriesgue y entré. Cuando corría
hacia su cuna, vi que caía una viga del techo y me lance sobre mi hija para
protegerla. El golpe me dejó inconsciente, pero gracias a Dios, entró un
bombero y nos salvó a las dos. Esta cicatriz me acompañará por siempre, pero
nunca lamentaré haber hecho lo que hice.
En ese punto, la niña se dio cuenta del sacrificio que su madre había
hecho para salvarla y corriendo hacia ella con lágrimas en los ojos, la abrazó
y la tomó de la mano durante el resto del día.
Esta historia, me recuerda que también cuando estemos ante la presencia
de Jesús podremos ver las cicatrices en sus manos, sus pies y costado. Y que
Él, como la madre de la historia puso su vida para salvarnos de la muerte
eterna.
Los hombres, sabemos reconocer los actos de valor y damos medallas de
honor y declaramos héroes, a todos aquellos que han hecho algo por el bien de
los demás, arriesgando su propia vida.
¿Serías capaz de reconocer como héroe, a Aquél que murió en la cruz del
calvario para salvarte de la muerte eterna?
«Jesús se merece, sin ningún género
de dudas, ser el Héroe de nuestra vida»
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