DÍA DEL PADRE

Ser padre puede ser la experiencia más grande en tu vida, y la que tiene el amor verdadero que no se pierde, pase lo que pase.
Cuando eres padre, tratas de hacer las cosas lo mejor que puedes para proteger ese pedacito de ti, que corre y anda. Pero en ocasiones se te puede pasar la mano y sobre proteger a tu hijo o hija y evitas que viva hermosas experiencias que tal vez tu sí experimentaste, pero que por alguna razón te dejo una mala experiencia o que viste que otros niños tuvieron dificultades o accidentes con ellas.
Llevar una vida llena de prohibiciones hará de tu hijo una persona carente de experiencias y por lo consiguiente, una persona insegura e incapaz de enfrentar la vida. Esto no quiere decir que se le tenga que dejar hacer todo lo que quiere, pues tanto es malo prohibir todo, como permitírselo todo.
En el caso de que lo consientas en todo lo que te pide, se formará la idea de que lo que piense y desee tiene que ser cumplido sin condición alguna y que su palabra es ley. Esta actitud se denomina síndrome del emperador.
Si estos hábitos no son modificados, llegan a generar en el próximo adulto, una actitud autoritaria absolutista que lo puede llegar a llevar a cometer actos fuera de la ley, puesto que sus impulsos jamás fueron frenados y porque nunca conoció pena alguna para su mala conducta.

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