"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios.



1 Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.


2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;


3 Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.


4 Tú encargaste
Que sean muy guardados tus mandamientos.


5 !!Ojalá fuesen ordenados mis caminos
Para guardar tus estatutos!


6 Entonces no sería yo avergonzado,
Cuando atendiese a todos tus mandamientos.


7 Te alabaré con rectitud de corazón
Cuando aprendiere tus justos juicios.


8 Tus estatutos guardaré;
No me dejes enteramente.

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