"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Hermosa oración para cada noche.




Amado Dios: en esta noche me presento ante ti, con un corazón lleno de fidelidad a darte gracias por un día más de vida en el que pude sentir tu maravillosa presencia.
Eres Tú Señor quien me permite cumplir con todas mis obligaciones, avanzar con amor y voluntad por el camino de mis sueños y acercarme cada vez más a mis grandes metas y anhelos. Tú me cuidas, me proteges, me guías y me cubres con tu maravilloso amor.

En esta noche abro de par en par las puertas de mi hogar para ti Señor, para que seas tú morando en él e inundes cada rincón con tu piedad, con tu paz y tu bondad.

Permite que mi familia sienta tu maravillosa presencia y haz que si existe algún conflicto se pueda solucionar con tu amor, si existen problemas que sea tu sabiduría la que nos ayude a resolverlos, si existe escases que sea reemplazada por tu prosperidad y si existe enfermedad que sea tu salud la que nos fortalezca.

Padre celestial, en esta noche nos entregamos a tu divina protección, todo nuestro ser, nuestra casa y lo que nos has dado está bajo tu fiel cuidado.

Permítenos tener una noche llena de tu paz y tranquilidad, danos la dicha de tener descanso reparador y placentero y por favor líbranos de todo mal.


Y mañana, cuando los primeros rayos del sol anuncien la llegada de otro maravilloso día, despertaremos felices y llenos de ilusión encontrarnos con todas las maravillosas bendiciones que Tú tienes preparadas y con un corazón desbordante de alegría te daremos gracias por el descanso que nos otorgaste, por permitirnos ver la luz de un nuevo amanecer, por la comida que pondrás en nuestra mesa y por el techo que nos protegió. Porque Tú eres bueno y bondadoso y donde tú estas no hace falta absolutamente nada, Amén.

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