"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración para el miércoles 21 de febrero.


Amado Dios, hoy me levanto, tengo salud, tengo vida, tengo miles de bendiciones y miles de razones para darte gracias. Te agradezco por el descanso que me has otorgado y por permitirme ver la luz de un nuevo amanecer. Te doy gracias de corazón por la comida que pones en mi mesa, por el techo que me protege y por las personas que amo.

También, Amado Dios, te pido que en este nuevo día que comienza camines a mi vera y alejes de mi todo mal y peligro. Por favor guía mi andar y haz que en el camino que recorra hoy día no de un solo paso en falso. Tú serás la verdad que me oriente a lo largo de estas horas, la energía y fuerza para afrontar cada reto.

Por favor dame valor, paz, sabiduría y hazme un instrumento de tu obra. Permíteme ser comprensivo, paciente y bueno.

Señor, pongo en tus manos este nuevo día, todas mis ilusiones, mis problemas y mis necesidades. Tú sabes lo que es mejor para mí, que se haga siempre tu voluntad.

Te pido que hoy me guíes por la senda que me lleva a alcanzar mis sueños. Otórgame la dicha de vivir una vida plena, prospera y abundante.

Padre, en este nuevo día permíteme solo obrar con buenas intenciones, otórgame la gracia de ser justo y haz que los que se acerquen a mí sientan tu presencia. Vísteme de tu bondad, señor, y permite que durante este día, yo refleje tu amor misericordioso. Hoy mi ser se rige bajo tu divina voluntad señor, ayúdame a ser instrumento de amor.

Inicio mi día con la certeza de que mi oración ha sido escuchada y que quien a Ti se acerca con humildad y esperanza recibe respuesta a sus suplicas. A tu santo nombre encomiendo cada una de las cosas que haga hoy día y sé que con tu santa y amorosa protección no tengo nada que temer. Amén.

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