"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración de esperanza en momentos difíciles.



Amado Dios, en este instante me acerco hasta Ti, con devoción y esperanza, para elevar una oración por mi vida y por la vida de todos aquellos que hoy atraviesan por tristeza o alguna necesidad. Recurro ante Ti por tu inmensa bondad, porque Tú, padre generoso, todo lo dominas y tengo fe de tu infinito poder y de tu gran misericordia.
Tú me enseñaste a vivir siempre con fe y esperanza, pues estas son las únicas herramientas que tengo para no decaer en los momentos más difíciles.

Señor, sana mi alma, trae a mi vida la alegría que tanto anhelo, a mi corazón esperanzado concédele la gracia, ten compasión y dame tu fuerza en este momento crucial que estoy atravesando, pues a Ti siempre he confiado todo mi ser.

Comprendo que las pruebas que en ocasiones debemos afrontar son la base de nuestra gran bendición y están ahí para que nuestras raíces se hagan fuertes, sé que debo aceptarlas sin temer, porque nada malo va a pasar.

Es en Ti donde consigo el refugio ante las dificultades que me tocan vivir, sé que Tú me guiarás a encontrar la salida de cada laberinto y me enseñarás tu luz como señal del amor por el que fui creado.

Cada día te honraré haciendo el bien, ayudando a los demás cuando estén en problemas así como Tú siempre me has ayudado. Cada día te ofreceré una oración con más fe y así encontraré el camino para la solución de mis problemas.

Con el corazón en la mano te pido que me des las fuerzas para superar la angustia y la tristeza, pues a tu lado todo pasará.

Cada día me arrodillare ante Ti, porque solo tu poder es infinito y tu generosidad es sin igual. No es que tenga dudas pero la preocupación por momentos me agobia. Hoy me dirijo a Ti, confiando que con tu divina misericordia me darás señales, luz a mis ojos, claridad en mi mente y solo así lograré superar esta angustia que me asedia, Amén.

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