"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración para el sábado 23 de marzo.



Amado Dios, hoy me acerco hasta Ti con fe y esperanza, para darte gracias porque estoy vivo, tengo un día más para crecer en mi fe, alcanzar mis metas y ser feliz.
Gracias padre celestial por mi familia, por mi hogar, por los alimentos que nos brindas con bondad y en abundancia y porque cada día podemos sentir tu maravillosa presencia prosperando y enriqueciendo nuestra senda.

Señor, en este instante te entrego mi vida y la vida de las personas que amo. Te pido que por favor ilumines nuestros corazones y nos permitas ser mejores personas, que tu espíritu nos acompañe a cada instante y que tus bendiciones se manifiesten sin cesar.

Te suplico que en este nuevo día nos concedas fuerza, fe y coraje para salir adelante con todo lo que acontezca y que tu paz y tu amor permanezcan con nosotros avivándonos a lo largo de la jornada.

Amado Dios, Tú conoces mis alegrías, mis miedos, mis obligaciones y mis compromisos. Por eso te pido que me des sabiduría y me guíes por caminos buenos, para así poder alcanzar la felicidad y la tranquilidad que tanto anhelo.

Te pido también que me libres del enemigo malvado, de la envidia que lastima y de la injusticia que hiere. Ayúdame y protégeme siempre, dame salud y apártame de todo mal.

No permitas que en mi vida sea preso de la prisión que hacen el odio y el rencor y en medio la desesperanza sé mi fuerza y mi valle de calma.

Amado Dios, gracias por escuchar mi oración y ser mi guía, pues mientras Tú me tengas en tus manos no habrá mal que me derrumbe, envidia que me alcance, ni problema que no pueda superar, Amén.

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