"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración para el domingo 19 de mayo.



Amado Dios, en este domingo, día de recogimiento y descanso me acerco hasta Ti con emoción y alegría para darte gracias por las bendiciones que Tú me regalas a diario, gracias porque aun en medio de las pruebas y las tribulaciones, tu amor y tu bondad me permiten continuar y gracias porque cada día de mi vida puedo sentir tu maravillosa presencia soportándome, avivándome y dándome la fuerza y la fe necesarias para seguir adelante.
Señor, te pido que en este domingo que inicia seas Tú esa hermosa luz que ilumine mis pensamientos, que seas también bondad en cada una de mis acciones y sabiduría en todas mis decisiones.

Te ruego que mires mi vida, mi hogar y la vida de mi familia, rodéanos con tu manto de luz y guía nuestros pasos por caminos ciertos, lejos del enemigo malvado, de las tristezas y de todo mal. Te pido por nuestra salud, nuestro sustento diario, por nuestros sueños y nuestros anhelos.

Por favor sé nuestro amigo, nuestra constante compañía y nuestro protector. Ayúdanos para que nada ni nadie nos robe la paz interior, enséñanos a aceptar el presente para entender, aprender y avanzar hacia el futuro con ilusión y esperanza.

Y al llegar la noche, danos un descanso reparador, permítenos dormir plácidamente para así, poder despertar mañana a vivir una nueva semana, que sin duda estará colmada de victorias, nuevos regalos y bendiciones. Permítenos trabajar con amor y oriéntanos para arar los campos donde crecerá nuestra futura cosecha.

Amado Dios, es domingo y en este día me encomiendo a Ti con toda confianza y de todo corazón. Confío en Ti y sé que si Tú estás a mi lado, entonces no me hará falta nada y mis días serán de regocijo, esperanza, dicha y abundancia, Amén.

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