"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración para el miércoles 26 de junio.


Amado Dios, hoy me acerco hasta Ti, lleno de alegría y devoción a darte gracias por haberme permitido abrir mis ojos a este este nuevo día y vivirlo con salud, fe y la esperanza de que todo saldrá bien, pues Tú estás a mi lado guiándome, protegiéndome y dándome siempre tu hermosa bendición.
Qué sublime es caminar por la vida con la confianza que da tu presencia y la certeza de que Tú me amas y siempre estás conmigo cuidándome a cada instante.

Padre celestial, hoy te entrego este día que comienza. Por favor permite que cada cosa que haga sea para tu gloria y para sentirme bien, que nada ni nadie pueda robar mi paz interior ni mi sonrisa y ayúdame a ser agradecido aun en medio de las dificultades.

Recuérdame que son más las cosas buenas que hay en mi vida, que los mares calmos nunca hicieron buenos marineros y que siempre atrás de cada tormenta aguarda una bendición.

Señor, en tus manos también dejo la vida de mi familia, nuestras luchas, nuestros anhelos y nuestras angustias. Te suplico que intervengas en nuestra cotidianidad y nos ayudes a tener una jornada en paz, dicha y victoria.

Por favor cúbrenos con tu manto de luz y de amor, cólmanos de salud, ayúdanos a ganar nuestro sustento de cada día, ayúdanos a ser valientes y sabios para superar las dificultades.

Y si por algún motivo nos sintiésemos cansados y sin ganas de seguir adelante, abrázanos con tu amor, dale alivio a nuestra alma y permítenos descansar en campos con ríos de agua fresca y de vida.

Amado Dios, Tú eres mi esperanza y mi única verdad. Gracias por escuchar mi oración y gracias porque sé que serás Tú dándome hermosas respuestas. Viviré este nuevo día con amor y alegría y sé que en tu nombre, muy pronto todas mis acciones y oraciones las veré convertidas en hermosas bendiciones, Amén.

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