"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración para el sábado 21 de septiembre de 2019.



Amado Dios, qué hermoso es poder despertar cada mañana, elevar mi mirada al cielo y decirte desde lo más profundo de mi alma, GRACIAS. Gracias por este nuevo día, porque me das salud, paz y me permites vivir en alegría. Tu misericordia y bondad son infinitos y por eso te amo con el amor más puro de mi corazón.
Quiero poner en tus poderosas manos cada una de mis necesidades, de mis preocupaciones, de mis angustias y también de mis tristezas. Señor, por favor toma el control de mis acciones y permite que ellas sean para hacer siempre tu perfecta voluntad.

Por favor mira mi vida y la vida de mi familia, abrázanos si sentimos soledad, reconfórtanos en la tristeza, danos entusiasmo en la desesperanza, pero ante todo bendícenos, protégenos y guíanos en nuestro camino. Por favor acompáñanos en cada instante y nunca te separes de nuestro lado.

Amado Dios, te pido que me ayudes a crecer en la fe, que cada día aumente mi confianza y que recuerde que contigo a mi lado cada uno de mis anhelos podrá convertirse en una hermosa realidad.

De mi parte, estoy dispuesto a hacer todo cuanto sea necesario para construir mi felicidad y te pido, Padre de bondad, que seas Tú quien me presente el camino y las herramientas que debo usar.

Te suplico Señor que protejas mi vida, mi hogar y mi familia. Por favor abrázanos con tu amor y cúbrenos con tu hermoso manto de luz. Nuestras vidas son felices y dichosas porque las hemos entregado a Ti y en Ti siempre encontramos seguridad, dicha, bendiciones y consuelo.

Señor, Tú mejor que nadie conoces mi vida, mi corazón, mis luchas y mis anhelos. Por favor tómame de la mano en este nuevo día y guíame según tu voluntad. Te amo y confío en Ti y sé que Tú me darás lo mejor para mi vida, Amén.

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