"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración para el jueves 30 de enero de 2020.





Padre celestial, hoy abrí mis ojos a tu creación, tengo salud, tengo un techo, tengo ropa que me viste, alimentos en mi mesa y una familia que amo y que me ama; por todo te doy gracias. En este nuevo día me despierto lleno de alegría, para avanzar con fe y con pasión por el camino que me llevará a alcanzar mis más grandes anhelos y objetivos.
Cada nuevo día es una demostración de tu amor infinito hacia mí y por eso, aunque algunas veces me invada la incertidumbre y la tristeza, nunca desfalleceré en mi propósito de alcanzar la felicidad y ser una persona prospera y dichosa, pues eres Tú amado Señor quien dirige mis pasos, mi vida y mi destino.

¡Qué siempre se haga tu maravillosa voluntad en mi vida, pues confió en Ti y en tus grandes planes, amado Dios!

En este momento, lleno de fe en Ti y seguro que mi oración será escuchada, pongo en tus santísimas manos mi vida, mi destino, mis labores y las de mi familia y amigos.

Porque es tu gracia la que nos sostiene y tu fortaleza la que nos permite salir adelante. Aleja al malvado que quiera hacernos daño, protégenos del peligro inesperado y líbranos de todo mal que pueda acechar.

Llena nuestros corazones de amor y bondad, para así poder ser instrumentos de tu obra y testigos de tu bondad. Que nuestra mano este siempre extendida para ayudar al hermano que lo necesita y que en nuestros labios siempre haya una palabra de aliento para aquel que lo aflige la tristeza.

Amado Dios, pongo en tus manos este nuevo día. Tú mejor que nadie conoces mis ilusiones, mis anhelos y también mis batallas. Tú conoces lo que es mejor para mi vida, por favor guíame por senderos de bendición, prosperidad y sostenme siempre mi andar, Amén.

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