"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración para el sábado 25 de enero de 2020.



Amado Dios, hoy me acerco hasta Ti, lleno de devoción y gratitud. Qué bello es poder despertar cada mañana y darte gracias por la hermosa luz de un nuevo día, por permitirme despertar sano, salvo, rodeado de amor y ante todo, por sentir que Tú estás siempre a mi lado y nunca me sueltas de la mano.
Señor, gracias por tu misericordia y por las maravillosas bendiciones que día tras día me proporcionas sin cesar.

Hoy como en cada nuevo día mi intención es crecer a través de tu palabra. Perdóname si alguna vez te he fallado, perdona mis ofensas y toca mi vida para ser capaz de perdonar a quienes me ofenden, por favor guíame con tu ejemplo para poder hacer y decir las cosas de la mejor manera y permíteme ser útil a tus propósitos y a tu obra.

Padre eterno, quiero poner en tus manos mi vida, la vida de mi familia y la vida de mis amigos. Permítenos alcanzar la felicidad, ayúdanos a florecer ante los hechos y a vivir llenos de esperanza y fe para poder dejar de lado la rabia y el pesimismo.

Amado Dios, te suplico que nos ayudes para que nada ni nadie nos robe la sonrisa, que sanemos nuestros corazones y si en algún momento estuviésemos perdiendo la fuerza y la fe frente a las situaciones difíciles que tenemos que superar en cada jornada, abrázanos con tu amor y recuérdanos que atrás de lo que parece una gran prueba se esconden maravillosas bendiciones.

Señor, sé que este día será de triunfo y regocijo para mí y para mi familia. Tú conoces mis anhelos y mis preocupaciones y sé que serás Tú escuchando mis suplicas y entregándome hermosas respuestas. Te pido que me des fuerza y voluntad para seguir luchando por lo que quiero y que con tu infinito amor y ternura llenes todos mis vacíos, Amén.

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