"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración para el jueves 23 de Abril de 2020.



Señor mío y Dios mío, con los primeros rayos de este amanecer que marcan el inicio de un nuevo día, yo me presento ante Ti para darte gracias por haber cuidado de mí, de mi familia y de nuestro hogar en la noche que ya pasó y por ser Tú con nosotros apoyándonos, guiándonos y dándonos constantemente todo tu amor y tu sublime bendición.
Gracias Padre por tu compañía, por el techo que nos protege, por los alimentos que hay en nuestra despensa y por la ilusión de empezar este nuevo día bajo tus cuidados.

Creer en Ti es nuestra mayor fortaleza, por eso en esta mañana te entregamos nuestras vidas de manera confiada y te suplicamos que seas Tú orientándonos en todas nuestras actividades, en el hogar, en el estudio, en nuestros trabajos y en todos nuestros emprendimientos.

Por favor mira nuestro corazón, nuestros temores y necesidades; danos la sabiduría que necesitamos para salir adelante, cúbrenos siempre con tu precioso manto y mantennos a salvo del peligro, de la injusticia, del enemigo malvado y de todo mal.

Ayúdanos a superar la carestía, la enfermedad y toda carga pesada; por favor encamina nuestros pasos por senderos buenos en alegría, bienestar, prosperidad y concédenos la dicha de alcanzar nuestras ilusiones y más grandes anhelos.

De mi parte, me comprometo a vivir conforme lo dicta tu palabra, a cambiar las críticas por reconocimientos, el enojo por la tolerancia, el orgullo por humildad y la indolencia por interés hacia el prójimo, para ayudar a los demás y así poder ser un humilde eslabón de tu obra.

Amado Dios, muchas gracias por este nuevo jueves que me regalas. Aunque no lo tengo todo, nada me falta, pues Tú Señor me das siempre todo y más de lo que necesito y de tu mano vendrán hermosos días de salud, provisión, propósito, éxito y bienestar, Amén.


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