"EL CARBÓN APAGADO NO QUEMA, PERO MANCHA".

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Se cuenta que Sofronio, un virtuoso ciudadano romano, tenía una hija muy hermosa llamada Eulalia. En cierta ocasión su hija le pidió permiso para visitar a Luciana, una mujer con no muy buenos principios, por lo que Sofronio le negó su autorización. ¿Me crees demasiado débil?, Respondió indignada Eulalia. Sofronio, tomó un carbón apagado y le pidi ó a su hija que lo sostuviera en su mano. Al ver que la joven dudaba, el padre le aseguró que no se quemaría. Eulalia obedeció y su blanca mano se vio inmediatamente manchada. Al ver esto la joven, muy molesta, le dijo a su padre que debían tener mucho cuidado para manejar el carbón. Es verdad respondió el padre porque aunque no queman, tiznan. Lo mismo ocurre con las malas compañías y conversaciones. En muchas ocasiones creemos que el mantener conversaciones o una amistad con alguien que no tiene una vida correcta, que se expresa de manera inadecuada, que no acepta consejos sino que se empeña en vivir desordenadamente no nos afectará. Si b

Oración para el domingo 28 de junio de 2020.


Amado Dios, es un nuevo día, los primeros rayos del sol asoman por el cielo y el trinar de las aves anuncia la llegada de un bello amanecer.

Hoy quiero darte infinitas gracias porque me regalas el maravilloso don de la vida, porque me das salud y fuerzas y porque Tú siempre estás a mi lado, guiándome, bendiciéndome y llenando mi existencia con tu hermosa presencia.

Gracias amado Dios por tus instrucciones, por todo tu amor, pero sobre todo por la maravillosa enseñanza del valor de la fe, porque a través de ella, puedo lograr cualquier cosa que me proponga; porque una fe inquebrantable es el inicio de todas las grandes conquistas.

 

Por ese motivo, este nuevo día lo viviré lleno de esperanza y alegría, dando a cada instante lo mejor de mí, haciendo mi trabajo con amor y dedicación, compartiendo con mis hermanos y siguiendo tu palabra.

Señor, Confío en Ti y en tus promesas, por eso sembraré en mi campo con amor y serás Tú quien me provea una hermosa y abundante cosecha.

 

Padre eterno, te pido que cuides mis pensamientos, mis palabras, mis acciones y también mis omisiones. Toma el mando de mi vida y enséñame con tu luz divina el buen camino que me ha de llevar al maravilloso destino que Tú has planeado para mí.

Mis ilusiones y mis esperanzas están puestas en Ti Señor, porque Tú eres un Dios bueno, bondadoso y caritativo, porque tu voluntad es perfecta y porque si estoy contigo de nada habré de temer.


Gracias amado padre por escuchar mi oración y gracias por todas las cosas maravillosas que Tú vas a hacer por mí; mientras sean tus hermosas manos las que me sostengan, no habrá mal que me alcance, envidia que me derrumbe, ni prueba que no pueda superar, porque solo Tú llenas mis días de alegría y porque confío en que Tú cumplirás tu sublime palabra en mi vida, Amén.


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